2012-06-09 12:38
Supongo que la no traducción del título de
este libro tratará de impedir que la gente piense que, de repente, el Capitán América se ha reencarnado como el Capitán Hispania y se ha ido a luchar con los nacionales y el Hombre de Hierro ha cambiado el rojo y gualda por el negro y rojo y encabeza las columnas de
El Campesino. Pero la idea es más o menos esa: una ley que obliga a los superhéroes a revelar su identidad secreta (que no se para qué, si todos la sabemos) divide a los vengadores entre los que están a favor (el propio Iron Man entre ellos, y por supuesto la estrella ascendente Maria Hill) y los que están en contra (liderados por el Capitán América, adalid de la libertad y de los escudos con estrellitas).
Vale, es un argumento supermanido de superhéroes. El giro es que se enfrentan entre ellos en vez de con los supermalos. O ellos se convierten en supermalos. O algo. Pero lo cierto que el cómic está por encima del cómic de superhéroes habitual. Será por el dibujo: esas mandíbulas cuadradas de
Chaykin hallan la verdadera medida del Capi, y las ilustraciones de Pasqual Ferry y de Maleev, en otros dos números, son espectaculares. Estas últimas incluye un émulo del
Beso de Klimt protagonizado por Ojo de Halcón y la Bruja Escarlata.
En fin, que hay cómic de superhéroes y hay cómic de superhéroes. Y luego están los cómics de superhéroes. Bueno, pues este es de estos últimos.
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