2012-08-04 11:21
Todo un pulp en edición de los años 60 prestado por
Anónima, que alimenta mi pasión por la bibliofilia decadente expresada en
reseña de la novela de Nero Wolfe. Ha sido una digna lectura piscinera, compartida con otros libros.
A diferencia de la novela anterior, en este caso la detective es
Dol Bonner que se ve envuelta en la investigación del asesinato de una persona que había venido, el día anterior, a solicitarle que investigara al guru de su esposa.
La intriga tiene su gracia; sigue un esquema muy clásico de
habitación cerrada, donde el asesino está entre un grupo social que se encuentra en un lugar determinado, y Dol, a base de técnicas detectivescas y de su conocimiento de las personas envueltas en el misterio, logra adelantarse a la policía en la investigación. Como era de esperar.
La novela es de los años 30, cuando este género empezaba a estar un tanto superado por la novela negra de tipos duros de conversaciones cortantes como navajas y luchando contra policías corruptos y delincuentes más corruptos todavía. Sin embargo, Dol tiene ciertos toques de
justicia personal, siguiendo sus propios principios sobre qué debe saberse de la investigación y qué no, y beneficiando o perjudicando a ciertas personas según le dice su instinto. Pero sigue siendo una clásica novela de crímenes, con todo lo bueno y lo malo de la palabra "clásico".