2012-10-21 11:03
A ver. Por donde empiezo. Zoo city es un barrio de Johannesburgo en el que viven los
animalados, personas que llevan su culpa visible y en forma de un animalito que se corresponde, aproximadamente, con el pecado realizado. Además, los animales otorgan un
shavi o poder mágico. No iban a ser todo desventajas.
La protagonista de nombre improbable Zinzi December tiene un
perezoso que es muy mono, mira qué ojitos, pero fíjate qué uñas tiene, así que le deja toda la ropa hecha unos zorros (por cuyo pecado el propio animal debería recibir un animal acorde, es decir, unos zorritos, y así sucesivamente) pero a cambio le otorga la habilidad de encontrar cosas. Y gente. Es una habilidad que usa (la primera, no la segunda) para ganarse la vida. Pero por circunstancias de la ídem, se encuentra con un par de individuos, uno con un perrino y otra con un marabú, bicho feo donde los haya, que le encargan de que busque a una adolescente componente de un grupo musical.
Aunque la novela se suele clasificar como ciencia ficción, es más bien fantasía urbana. Se parece más a
Kraken, de China Miéville que a otra cosa. Hay magia, hay drogas, hay escena musical, hay escenas de horror (también urbano), pero de ciencia ficción tiene poco. Y esto sólo es un ejemplo de las falsas expectativas que me creé cuando me compré este libro. Que es un libro perfectamente correcto, ojo e innovador en su estilo y sobre todo por la exploración de un continente entero, África (empezando por el sur, claro) que tan poco aparece en el continuo ciencia ficción-fantasía. Pero le falta algo: enganchar una trama continua, amarrar mejor sus subtramas y quizás el final, que a mi no me acaba de convencer. Por lo que ¿recomendable? Sí, en general. Pero no del todo.