2013-02-10 18:52
The Mongoliad parte de un concepto interesante: crear un universo compartido por varios autores (entre los que están
el calvo con barba que mejor escribe y
la personificación de la ci-fi hard) que se va a difundir a través de
una web de pago y eventualmente publicarlo en forma de libro.
Este es el primer libro que edita y resume los contenidos de la web, que irá seguido por, al menos, otro libro (ya en proceso de lectura).
Este libro es, por tanto, el principio de una saga. Describe el mundo a principios del siglo XIII, cuando la invasión de los Mongoles estaba en su mayor extensión y tras la muerte de Genghis Khan, presenta a los personajes y los embarca en la clásica
quest de los libros de caballerías. Como en otras sagas de más nombre, comparte diferentes puntos de vista: el de Cnán, una
binder que ha visitado la corte de Karakórum, Gansukh, una persona enviada a la corte nada menos que a salvar al Khan de las garras del alcoholismo, pero estos personajes primarios van extendiendo su punto de vista a los secundarios hasta conformar una novela (bastante) coral que recuerda a
Juego de Tronos por la multiplicación de tramas y ausencia de resolución de las mismas.
Lo que sucede resulta relativamente fácil de resumir: los caballeros llamados
shield brethren deciden viajar hacia el este para cargarse al Khan, total, para qué, si ya se lo está cargando su hígado; en un campamento dos luchadores que trabajan para la horda mongol deciden hacer lo mismo y Gansukh, el de alcohólicos mongoles anónimos, no está muy claro pero me parece que al final también se lo irá a cargar. Todo esto sucederá, claro está, en el segundo o tercer libro, porque el final del primero los encuentra a mitad de camino.
Con todo esto no quiero decir que no esté bien. Hay un esfuerzo considerable en hacer las escenas de lucha realistas y dibujar bien todos los personajes, entendiendo su origen y sus motivaciones, pero me temo que como siga el patrón JdT en el segundo libro se va a cargar a los más simpáticos (y a alguno de los antipáticos) y vamos a acabar cabreados todos. Pero no por eso vamos a dejar de leerlo y agradecerle a
PJorge el habérmelo regalado estas navidades.