2013-03-26 20:04
No hay dos sin tres, y tras
el segundo y
el primero no he podido evitar leerme este tercero.
Lo que ha tenido su recompensa y su decepción. Este tercero continúa las diferentes hebras del segundo: la
sede vacante en Roma, los
shield brethren (y una sister, y Cnán, que es encuadernadora -
binder-) que van camino del Este para cepillarse al Khagan (el khan más khan de todos) antes de que lo haga su propio hígado, los otros
brethren que quedan en Hünern estacionados cerca del campamento mongol, donde se masca la tragedia y la rebelión, y el propio campamento del Khagan que ha decidido cazar un oso, pero un pedazo de oso, no uno con mitrofán ni nada y la corte que le rodea, donde el delegado de alcohólicos anónimos en el campamento, Gansukh, se enemista con Minokhoi por un quítame allá unas 50 vacas.
De todas estas mimbres, la que se puede quitar sin que se deshaga el cesto es la de Roma. Ya lo aventuré en la anterior reseña, pero es que la resolución es un poco del tipo ¿y ahora qué hago yo con estos? y, además, no termina por engarzar con el resto de las tramas salvo el hecho de que sean contemporáneas y se mencionen lugares comunes (
la batalla de Mohi, por ejemplo). Las tramas que incluyen al Khagan Ögedei acaban cruzándose en el oso. Literalmente.
Aunque, siendo el final, avanza a un paso más rápido que el resto, tiene una tendencia que puede ser irritante a describir en todo detalle las tácticas de lucha personales. Páginas y páginas se dedican a explicitar, paso a paso, todas las fintas, golpes y tácticas de lucha con diferentes armas cortantes o punzantes e incluso los contrincantes más inesperados (viejos artríticos, gordos dirigentes) se convierten en contrincantes dignos de, mínimo, seis páginas. Qué daño ha hecho a la literatura las armas de fuego. Un tiro entre ceja y ceja y una pelea ventilada en una página.
Salvo por eso, este libro resulta más entretenido que el anterior, de mera transición. El problema es que deja todas las tramas resueltas en parte, pero abiertas. No sé si habrá planificado un cuarto libro, pero tiene toda la pinta. Por cierto, que este no me lo ha regalado nadie, pero le agradezco igual a
PJorge y
RVR el haberme enganchado haberme regalado, cada uno, los dos libros primeros.