2013-05-25 09:51
Tengo que empezar a recordarme por qué sigo
Ex Machina. Se ve que le di una buena puntuación en el último número de la serie, pero, para ser honesto conmigo mismo, se me había olvidado totalmente y he tenido que leerlo de nuevo para meterme otra vez en la serie. Que, como ya sabéis, va de un tío que decide dejar de ser superhéroe (uno que habla a las máquinas y las máquinas le contestan porque son educadas) para convertirse en el alcalde de Nueva York.
Cada episodio alterna historias superheroicas de su pasado cercano, o sea, de cuando todavía era superhéroe, meterse demasiado en el estilo West Wing haría que no se comieran un jurel, con la trama
actual en la que una tipa, vestida de superheroína, intenta aguar la convención republicana que se va a celebrar en Nueva York. Todo ello es excusa para contar los orígenes de la (presunta) superheroína y qué la condujo a serlo, expresar en muchas conversaciones la posición del personaje con respecto a los republicanos y a poco más. Lo que ha hecho cambiar mi opinión de la serie. No sé si habrá saltado el tiburón mecánico o que, realmente, la serie tenía una serie de defectos (mal dibujo de las expresiones, excesivo uso de los flashbacks, excesiva corrección política, mal uso de la elipsis) que en este se han convertido en demasiado evidentes. Además, en esta ocasión la resolución de la trama es como una bofetada. Pero sin como.
Vamos, que se acabó. Le doy dos estrellas y va que chuta, pero no pienso comprármelo más. Si alguien me lo presta y no tengo nada que hacer, a lo mejor.