2013-10-26 18:29
Un par de cómics, préstamo de
Fernando del
mismo autor, Chester Brown, un canadiense de la cuadrilla de
Seth, a quien recuerda un tanto en el dibujo, aunque en el tema va más por el camino
American Splendor. Se trata, en todo caso, de una colección re tiras en el primer caso, algunas un poco más largas, y de una novela gráfica en el segundo, cuyo nexo de unión es el sexo. A eso se refiere el hombrecito del título de la primera, y varias de las historias. En el segundo caso, por
lo que está pagando es por acostarse con prostitutas, pero no en plan documental, sino como todo un alegato en favor de la prostitución. El libro comienza con los problemas sentimentales del protagonista, el propio autor, y continúa con las primeras escenas chuscas cuando trata de buscar los servicios de su primera prostituta. A partir de ahí es una sucesión de encuentros, la mayoría de ellos informados por
el TripAdvisor de las prostitutas, que lo hay, al menos en Canadá: el Toronto Escort Review Board. El libro es una elaborada justificación de ese comportamiento, completa con apéndices en donde críticos de la prostitución exponen sus ideas en un bocadillo y Chester Brown los aplasta inmisericorde, incluyendo citas. Citas de referencias, no citas de citas. Vosotros ya me entendéis.
La novela, en general, resultaría entretenida si no fuera tan panfletaria: no es nada sutil con el mensaje, ni deja que la literatura o el ritmo del cómic se ponga en el camino de un buen sermón. Usa a sus amigos para justificar, una y otra vez, lo que él cree, nada de metáforas ni gorrinadas de esas: un buen rollete y dejo a los lectores tan contentos. Igual que en el primer libro, donde dedica una interesante historia a la antipsiquiatría, a base de bustos parlantes que exponen sus principios y cuentan, sin ningún tipo de ironía, sus tesis. Pontificante, sería la palabra para describirlo.
En resumen, no cabe duda de que el escritor tiene talento. Pero en una historia, lo más importante es la historia. La tesis debe ser sutil y aplastante, pero ni debe servir para mostrar lo fuerte que es tu opinión sobre un asunto ni para mostrar lo mucho que sabes sobre un tema, porque lo has probado de primera mano (u otras partes del cuerpo). En cualquier caso, agradezco a
fernand0 el préstamo, claro.