2013-12-21 12:12
Este va a ser el único espoiler que voy a (intentar) meter: este es posiblemente el mejor libro que he leído este año.
Lo es por estilo y por trama: el libro es un diálogo entre la parte narrada en primera persona por Nick, un escritor en paro que ha abierto un bar en su ciudad natal en Missouri y la que escribe Amy, su esposa, que un buen día de verano, quinto aniversario de boda, desaparece.
En la casa donde estaba Amy hay signos de lucha e inmediatamente parece que se trata de un asesinato más que un secuestro, y todo apunta a que ha sido Nick el culpable. La policía, la familia, el país entero lo acusa. Y él tiene que defenderse. Amy, además de escritora en paro, es también una pequeña celebridad porque sus padres, escritores también, crearon una serie de libros para niños inspirados en ella y con su nombre, Amazing Amy.
Y, como decía aquél, hasta aquí puedo leer. La novela intercala la historia en tiempo real de Nick con los diarios de Amy, mostrando siempre los dos puntos de vista, y desde el principio debes de ser muy consciente de que cada uno de ellos está contando su historia y tratando de disculparse, exculparse o inculpar a alguien de lo sucedido (y lo sucedido cada vez está menos claro).
El ambiente eufórico de los escritores en Nueva York, las historias familiaries y culturales de Missouri, las actitudes de los personajes, de los familiares y de los medios de comunicación, todo se ve reflejado.
Pero la novela, realmente, es autoreferencial porque trata sobre la ficción y la realidad. Amy es un personaje real, pero también es el personaje ficticio que van creando sus padres en la serie de novelas, a la vez que su propia personalidad va conformándose por y en contra de lo escrito; pero también es el personaje de sus diarios, y también ella va creando personajes en esos diarios y en cómo escribe la realidad alrededor de esas personas a las que ama u odia, incluyendo a sus padres. Nick es el personaje de su narración que no es exactamente igual al personaje que percibe la gente y totalmente diferente, o igual, al personaje que aparece en los diarios de Amy. A la vez, la defensa que crea junto con su abogado es una construcción explícita de un personaje para consumo legal y mediático.
En resumen, con una interesantísima historia de crímenes que es difícil de dejar hay una también apasionante reflexión sobre como la ficción invade la realidad a base de la construcción consciente de un personaje por parte de uno mismo y por parte de los demás. Algo que, en la era de las redes sociales, es cada vez más cierto. Cinco estrellitas, por tanto, lo leas al nivel que lo leas.