Atalaya: desde la tela de araña

Bueno leído el libro y leído este comentario, me queda decir como persona que trabaja allí, que ni todo es negro ni todo blanco, somos personas con vida como los demás, que no estamos más quemados que tú, por ejemplo. Que hay también sonrisas y lágrimas, con clientes y compañeros, y que no solamente es un trabajo donde ganarte la vida, también aprendes de un mundo que si la vida no nos coloca ahí, yo, por ejemplo, apenas sabría mucho. Y que te encuentras con libros y personajes reales que no te dejan indiferente. En mi experiencia personal está siendo y creo que en el recuerdo si algún día me voy por algún avatar de la vida, unos recuerdos de agradecimiento y aprendizaje. He trabajado siempre en atender a clientes y puedo decir que es un gusto encontrar personas que te preguntan ¿cuál es el libro que más te ha conmovido?. Y yo poder respirar, cerrar un momento los ojos y comenzar en un acelerado monólogo a explicar las sensaciones de cada libro que al paso de los años forman parte de mis recuerdos, el cuál me enseñó, me hizo llorar, reír, vivir momentos entrañables. Y alguien quiera saber cuáles fueron, y se vaya de la tienda con o sin libro, (eso al final no tiene mucha importancia) con las sensaciones que le has querido hacer sentir; y es ahí donde este trabajo toca la punta del iceberg de la propia satisfacción de mi trabajo. Ordenar los libros, aprender de movimientos literarios, encontrar libros infinitos y que ni en muchas vidas y librerías que hubiese visitado como cliente los hubiese encontrado. Señores entrañables que te vienen con marcapáginas de sus novelas que difícilmente van a ser conocidas. Mucha gente que entra en una librería quiere alguien que le ayude y a poder ser no le juzgue por lo que quiere leer, sea autoayuda, que ayuda muchas veces, el libro del momento, o necesita un libro para aprender a escribir, o nunca ha leído y quiere comenzar.

Maisidey, muchísimas gracias por su mensaje. Como toda obra de ficción, no es un documental y, si acaso estará inspirado por la experiencia particular del autor. Tienes toda la razón cuando dices que ni todo es negro ni todo es blanco, pero quien es capaz de expresar los muchos matices que han en medio con precisión y provocar una reacción en el lector tiene todo mi respeto.

Y ese de arriba era yo...