2014-12-28 11:21
La novela negra étnica es un género que me llama la atención: las convenciones habituales (mujer fatal, investigador cínico, corrupción a diferentes niveles) se revisten de una capa localizada con la que, además, puedes conocer una época y un lugar.
En este caso es el Dublín de los años 50 o 60, una sociedad cerrada, con un componente religioso muy fuerte y con una miseria que no tiene visos de terminar con el célebre boom inmobiliario de los 90 (seguido por el colapso inmobiliario del siglo siguiente). Quirke es nuestro investigador, escéptico después del primer libro de la serie, donde ha esclarecido unos asesinatos sin que se condene a nadie por ello, al que llegan con una petición un tanto inusual: no ejerzas de forense en un caso particular, el de una mujer, Laura Swan (alias de Deirdre Hunt), esposa del que hace la petición, que ha muerto aparentemente ahogada.
Sin necesidad de hacer nada Quirke se da cuenta que no ha muerto ahogada, sino por una sobredosis de morfina (todavía no era época de heroína). Y también descubre que engañaba a su marido con su socio en el negocio, Leslie White. La que ejerce de mujer fatal en este caso es la esposa despechada de Leslie White que puede, o no, tener algo que ver con el asesinato. Como el propio Leslie White.
La novela usa diferentes puntos de vista para irnos mostrando la vida y las motivaciones de cada uno de los personajes: Quirke, White, la mujer asesinada, su marido y el policía, de vuelta de todo, que se encarga del asesinato. Con ellos nos vamos paseando por un Dublín de borrachos, meapilas, señoras de la alta sociedad y adictos a la morfina, personas de clase media que leen sentados en un sillón el periódico de la tarde y toman té de teteras sibilantes.
El final es bastante inesperado y ata bien la trama; el autor nos da pistas del mismo a través de los diferentes puntos de vista pero nos oculta, sabiamente, lo que ni siquiera las personas que investigan el caso pueden averiguar. Todo queda en un gran misterio, lo que a mi me vale. Así que agradezco a
Esteban Romero la recomendación del autor, aunque no sé si servirá este libro como mejor introducción.