2015-06-27 20:24
El origen del género negro está en el
pulp, un formato de bolsillo, con papel y encuadernación de baja calidad y donde los autores usan seudónimos, que a veces se heredan de unos a otros. Este es el caso de
Ellery Queen, dos personas, Daniel Nathan y Emanuel Lepofsky, que escribieron toda una serie de novelas a lo largo de 40 años, con el protagonista Ellery Queen, un escritor de misterio que se dedica a resolver crímenes.
Es más, es que el libro que me prestó
Anónima es un verdadero pulp publicado en 1956 y que le viene de familia. Una delicia con el verdadero tacto y olor de un pulp y todas sus desventajas: ir sujetando sus páginas por el metro de Nueva York (donde se publicó) para que no se caiga en pedazos.
Tras esto, casi es superfluo lo que pueda decir sobre la novela en sí. Ellery Queen es un maestro del pulp y del género negro y la novela satisface todas las expectativas. Aunque comienza con un misterio más tradicional, del tipo "¿Cómo diablos puede matarse a un menda con un perro muerto?". Así empieza la novela: una mujer (que Ellery Queen describe con todo lujo de detalles) lo busca para que investigue la muerte de su padre adoptivo, fallecido de un ataque al corazón unos días después de recibir un perro muerto con un mensaje. Ellery deja de lado el libro que está escribiendo para asistir a la chica y a la policía, cruzándosele por medio, como femme fatale que nunca falta, la mujer del socio del occiso y una serie de curiosos personajes, cada uno con sus intereses en el asunto.
La novela, sin elevarse más que lo justo del nivel
pulp es entretenida con giros infinitos y arenques rojos para hacer cuarenta quilos de sushi. Por todo eso, totalmente satisfactoria y muy aconsejable.