2015-12-26 11:51
Es posible que sea conveniente recomendarte cosas a ti mismo sin ton ni son para que, en el momento que te escuches, no tengas ninguna expectativa sobre lo que estás a punto de leer. ¿Me lo recomendé por ton o por son? ¿
Chi lo sá?
Por eso me encontré con este libro en
the pila sin saber muy bien qué esperar de él. Te pones a leerlo, una escena con un policía, un asistente social y un hogar de
basura blanca. En Montana.
Montana es
mala tierra, según Jonathan Raban, unos espacios inmensos, ganado, minería, bosques, frío. Y mucha basura blanca, claro. Caldo de cultivo para esta historia que tiene en su título el día de la independencia americana, un día en que se celebra a la nación con fuegos artificiales, desfiles y barbacoas al aire libre. Pero las barbacoas son cosa del sur; en este norte profundo, en la frontera canadiense, sólo hay niebla y lluvia y nieve y basura. Y Pete Snow, un asistente social, es la única persona que puede aportar un poco de calor en este panorama.
La novela cuenta en paralelo la historia de Snow desde ese incidente inicial, la de su hija Rachel/Rose y la de varias personas que están en contacto con él, especialmente Jeremiah Pearl, un supervivencialista que anda por el monte imprimiendo su propio dinero y dando lecciones, a quien se le acerca, sobre burbujas y sobre religión.
A la novela le falta un foco, aparte de Pete Snow, que se empeña en arreglar la vida de los demás sin poder de ninguna forma arreglar la suya propia. No le falta un
leit motiv: la familia, las relaciones disfuncionales entre hermanos, entre padres e hijos. Tiene varias hebras, una centrada en la familia de Pete, otra en la familia que encontramos en la primera escena, los hermanos Cecil y Katie y la madre y otra en la de Pearl. Todas las narrativas se cruzan en el propio Pete y la comprensión o la solución en una de ellas puede extenderse a las otras familias, o al menos el comprender las familias ajenas le trae un poco de paz al propio Peter. Todo esto está narrado de una forma, si no magistral, al menos original y eficaz, con la narrativa de Rachel/Rose usando diálogos interiores y trayendo así tensión a lo que va pasando por la mente de Rachel.
En resumen, creo que es una buena novela y Smith Henderson una voz interesante que lleva el
hinterland americano, fuera de las grandes urbes, al primer plano de la narrativa americana. Si cae o la lleváis a vuestras manos, leedla.