2016-03-19 13:25
Pues sí, ¿qué pasa?
Otro libro por el mismo autor y con los mismos personajes, Haller y Bosch, los hermanastros que trabajan diferentes facetas de la ley, Haller tratando de librar a los malos de la cárcel y Bosch tratando de meterlos. Pero en esta ocasión las circunstancias los colocan del mismo lado: tras anular un veredicto antiguo por unas pruebas de ADN, el fiscal del distrito llama a Haller para que se encargue, en esta ocasión, de la acusación en una repetició del juicio. El
reversal al que se refiere el título es a la anulación del juicio y "vuelta" a la situación procesal anterior. Se tienen que volver a examinar las pruebas, interrogar a los testigos y, en general, tratar de convencer al jurado,
más allá de cualquier duda razonable, de que el culpable, que ha estado de todas formas una buena temporada a la sombra, efectivamente lo es.
Todo queda en familia, porque en el equipo de acusación está la ex-mujer de Haller y Bosch es el investigador asignado, tratando no sólo de buscar testigos y reexaminar las pruebas, sino de ver si el malo, después de tantos años, sigue siéndolo.
La narración en primera persona corresponde a Haller, pero el alternarlo con las escenas en las cuales Bosch sigue al malo, interroga a testigos y pasa tiempo de calidad con su hija le da más dinamismo. Y, como siempre, la relación entre los dos hermanastros, sus hijas, su ex mujer, no se deja de lado dando ese toque Connelliano que le hace superior a otros en el rubro "de misterio".
El final, y no es un espoiler, queda abierto, porque siempre habrá otro libro por escribir y algo torcido que enderezar por parte de Bosch y cía. Lo que, además, le da más realismo. Aunque con más de 60 años y una cría que criar, Bosch se acaba retirando a Florida y se dedica a la pintura surrealista. Quién sabe.