2016-04-26 07:28
Este es uno de los peores libros que he leído nunca. Y ha leído libros malos. Algunos los he dejado de leer al rato. Pero, con este, simplemente no podía admitir que fuera tan malo, así que lo he aguantado hasta el final, aunque sea sólo para certificar la ausencia de todo tipo de cualidad redentora.
Pero vamos primero con lo que la novela no es. No es un
thriller. No tiene nada de thriller. Un thriller no es una novela donde matan a gente. Debe haber
thrill, emoción, anticipación. Esa emoción que precede al asesinato y que te hace, como en los títeres de cachiporra, gritarle al personaje "No, por ahí no" o al malo "No, no, vete, vete". No, los crímenes pasan, el asesino o asesina se queda tan pancha y el muerto no puede quedarse otra cosa que muerto. ¿Hay emoción en la persecución del asesinato? No, tampoco. Tras el primero queda claro que todo va a queda impune, así que a pesar de algún intento de la autora de que parezca que hay alguna tensión en la misma, no, no la hay.
¿Es "la novela más sexy que leerás este año"? Desde luego, no pienso leer ninguna novela más de este estilo en una buena cantidad de años, así que es posible que sea la más "sexy", lo que quiera que signifique eso. Que en este caso significa que hay sexo. Pero habrán pensado que meter crímenes y sexo es una fórmula ya un poco trillada. ¿Qué más le podemos meter, dicho sea sin ningún tipo de intención? Ah, sí. Coprofilia. Venga, un toquecito aquí y allá, para que no digan que no innovamos en la literatura. Y arte. Muchos nombres de pintores, así sin ton ni son. Salvo
Artemisia Gentileschi, cuyos cuadros parecen darle una especie de hilo conductor (más allá del sexo, asesinato, parte aburrida, sexo, asesinato) y que quizás sea lo único que salve a esta obra del cero patatero.
¿Aparte de esto, qué queda? Demasiados pañuelos Miu Miu y ropa de Prada. Detalles de vestuario que se quedan en eso. Hay ropa cara y ropa barata. Los personajes son intercambiables. Gordos, desaliñados, estúpidas, estúpidos. La autora ha decidido tratar con infinito desprecio a toda la creación, a toda su creación, inclusive a Judith Rashleigh, ¿qué tipo de nombre es ese?. Y ya que hablamos de nombres, "da Silva" no es un nombre italiano. Es portugués. Y el traductor también tiene culpa. Uno no se pasea "por" una
Riva. Se pasea "en" una Riva, que es una lancha, una maravilla artesanal, el Rolls Royce del mar. Y hay que informarse un poco sobre
los silenciadores subsónicos. Que no silencian tanto. Que viene en la wikipedia. Y vaya lío que se hace con la Ruger y los silenciadores.
En resumen, un perfecto mojón que no me cabe duda que, con los mimbres anteriores, se convertirá en todo un éxito.