2016-06-12 11:21
Creo que es el primer libro que me he leído en el móvil, aunque hace tiempo, en el Nokia aquél célebre que me mandaron, leí un libro entero de Doctow, Easter Standard Tribe, creo.
Esto podría mirarlo, la verdad. Pero también es irrelevante cuando y qué libro. Que leí esto en el móvil. Y ya está
Lo bueno que tiene el móvil es que lo llevas en el bolsillo y puedes leerlo en cualquier sitio, pillando ratos perdidos de 5, 10 minutos, en la cola del pan o del supermercado. Incluso andando por la calle, aunque desde Kafka en la Orilla creo que no he leído por la calle, más bien escucho podcasts. Eso hace a los libros un poco más amenos y de fácil deglución, a riesgo, claro está, de que libros con muchos personajes o situaciones acaben siendo incomprensibles.
No es el caso de este libro. A pesar de su (relativa) antigüedad, de principios de siglo, es bastante actual en su temática, que es, de forma general, la identidad. Comienza con las consecuencias de un accidente sobre una modelo, Charlotte, a la que tienen que reconstruir la cara de forma completa lo que, evidentemente, afecta a su carrera profesional. Pero el misterio de por qué sucede el accidente, quién más está envuelto en el mismo y cómo todo esto encaja dentro de las vidas de la ciudad natal de Charlotte, Rockford, Illinois, se va resolviendo poco a poco, a través de las vidas de la familia de su amiga Ellen y su hija Charlotte, el hermano de esta, Moose, un detective que investiga la desaparición de alguien a quien se le llama Z, Michael West, un profesor de la escuela de Charlotte (jr., quiero decir), Ricky, el hermano de Charlotte e hijo de Ellen... Charlotte usa como metáfora continuamente, o como sueño, una habitación llena de espejos, que te devuelven tu imagen, repetida hasta la saciedad, pero los espejos son el resto de las personas que te conocen, o te han conocido, y esa imagen acaba definiendo la propia identidad, Al final esta novela trata de reflejar la imposibilidad de construir, de forma autónoma e independiente, la identidad, que es finalmente un constructo social.
Y todo esto suena muy gafapasta, pero es que realmente los buenos libros tienen que tener un tema y un leit motiv, lo que, en sí, es bastante gafapasta
El personaje de Charlotte, que narra en primera persona, es el motor de la acción: sus tendencias autodestructivas, sus epifanías, sus opiniones sobre el resto de los personajes y sus aspiraciones. Los personajes secundarios son a veces impagables: el mendigo ilustrado, el marido de una escritora, que aparecen de forma breve, pero configuran el tema del libro.
Al final, no sé si es el mejor libro de la autora, a la que conocí por "Visit from the Goon Squad" que, por cierto, todavía no he leído. Tampoco sé qué me impelió a leer este libro aparte del hecho de que estaba en mi móvil y me llamó la atención. Supongo que antes de enfrentarse a la obra "maestra" de alguien hay que tener un poco de contexto. En ese sentido, es posible que merezca la pena leerlo, incluso de forma independiente, aunque no me atrevería a decir que es imprescindible.