2017-05-07 21:46
Ya he leído y reseñado
algo de Jo Nesbo en el pasado, sin que me causara una gran impresión. Pero en la familia hay alguien que es acapaz de leerse todo lo que aparezca de ese señor, y además después de
ver Okkupert cambió un poco la impresión sobre sus ideas y desarrollo de las mismas. Además, acabo de leerme otro libro de un autor noruego, así que quizás simplemente es que hubiera llegado el momento de leer un poco más de novela negra nórdica. A diferencia de la novela negra americana, no deja de tener mucho de ciencia ficción, hablar de una saga de crímenes en países donde
la mayoría de los crímenes ocurre en los libros. Pero eso no impide que se hable, extensivamente, de asesinatos en serie, corrupción a todos los niveles, y tiros y guantás a mano abierta en libros que rara vez bajan de las seiscientas páginas.
Este llega a las 630. Tiene bastante de reflexión, sobre todo desde el punto de vista de Simon Kefas, un policía que fue ludópata, y que tiene que investigar la fuga de la cárcel de Sonny Lofthus, un drogadicto que confesó diferentes crímenes y que tras su fuga va dejando un reguero de cadáveres relacionados con El Mellizo, un capo de la droga en Oslo.
El tema del libro es la redención de sus protagonistas, pero también la rehabilitación y la relación entre los padres y los hijos. En muchas novelas negras la sociedad enferma es la principal protagonista, una enfermedad que acaba corrompiendo a cada uno de los individuos, que finalmente sólo tratan de sobrevivir y de alcanzar un poco de justicia. En una novela sobre la redención, la justicia también es fundamental; en una redención se trata de alcanzar el equilibrio entre el mal hecho y el bien que puede compensarlo. Sin embargo, los personajes que aparecen no son fundamentalmente malos ni sus relaciones enfermizas: son personas con una historia que les ha llevado por un camino equivocado, pero que desearían con todas sus fuerzas haber tomado decisiones diferentes en la vida y, por eso, tratan de enmendarse haciendo el bien a los que les rodean dentro de sus posibilidades. El verdadero mal en estas sociedades parece algo inhumano, como el personaje del Mellizo, una fuerza sobrenatural que, por lo mismo, es infrahumana. Pero la novela negra no deja de ser novela social. Son las sociedades las que son diferentes.
En general, mejor impresión con este libro que con los anteriores. No parece formar parte de ningún tipo de serie, así que se puede leer de forma independiente, te guste o no Harry Hole, el otro personaje. Y te deja listo para más novela nórdica. O lo que caiga. Ya he llegado a 10 libros en 5 meses, esto es ya imparable.