2017-11-12 14:26
Tras escuchar a
Petros Markaris en directo en Granadam y habiendo leído ya
uno de los libros de la llamada "Trilogía del desastre", Pan, Educación y Libertad, me pillé a la salida del evento este y el siguiente libro, desgraciadamente ya un poco tarde para que me lo dedicara; no así en el caso del susodicho; el autógrafo de por sí no tiene mayor valor, salvo que quieras ir luego a Empeños a lo Bestia a vender el libro, pero el hecho es que hablar con el autor y que te cuente directamente cosas de su obra, de cómo España se parece a Grecia más de lo que desearíamos, tiene un valor inmenso.
Pero cada país es como es, y en este libro, anclado como todos los demás en la historia de Grecia, en este caso la emigración y la guerra civil, unos 10 años más tarde que la nuestra, una vez más resaltan esos paralelismos y, mutatis mutandis, se podría haber escrito sobre nuestro país perfectamente.
Aunque Markaris transmite perfectamente el ambiente que es griego y de ningún otro lado: la capital y las provincias, los emigrantes y los que han vuelto, la crisis y cómo ha afectado a las familias de diferentes formas, la visión de Alemania y la visión de los que se han refugiado en Grecia. Ese es tema y el trasfondo, aunque de por medio hay asesinatos, palizas, corrupción policial y todos los elementos de la novela negra, junto con otros que no lo son: cenas familiares, cuentas sobre usar o no el coche propio por el exiguo sueldo de un policía y multitud de refranes que, o el traductor ha hecho un excelente trabajo, o son exactamente igual que los que tenemos por aquí. "En todas partes cuecen habas", supongo.
En resumen, es una buena novela, que gustará tanto a los que le va el género más folclórico como a los que le va la novela estrictamente negra. Y esperando leerme el siguiente de la trilogía, claro.