2018-09-22 12:08
Este libro ha estado en mi pila durante bastante tiempo. De hecho, la que tengo es la
edición anterior, de la efímera Sargento Sosa Libros, editorial que, por la referencia a
otros libros del autor, supongo que sería creada ex profeso para esta edición.
También va por el mismo camino que esa novela: la historia, más o menos desconocida, del
asedio de Cartagena de Indias por parte de una armada inglesa que incluía, fíjate qué casualidad, al medio-hermano de George Washington, al mando de una tropa de voluntarios de Virginia, defensa organizada, en la medida en que lo dejaban, por
el almirante Blas de Lezo.
El episodio puede que se haya olvidado, pero no al personaje, que es fuente continua de guasa dirigida, sobre todo, a los británicos, como la campaña para
ponerle ese nombre a un barco de la armada inglesa, en dura competición con Boaty McBoatface.
¿Qué pasó en Cartagena de Indias en 1741? Llegaron los ingleses al mando del almirante Vernon, vieron, ganaron muchas batallas, pero finalmente tuvieron que retirarse tras sufrir una gran cantidad de bajas. Eso es lo que cuenta la novela, que empieza con un Blas de Lezo adolescente perdiendo una pierna en una batalla naval, y continúa, a partir del segundo capítulo, con la flota de los 2000 cañones enfrente de Cartagena de Indias, y Blas de Lezo pensando en qué se podía hacer al respecto.
En sus páginas, Blas de Lezo se enfrenta al virrey, a mandos incompetentes y a cientos de barcos ingleses. El peor enemigo, en muchos casos, no está enfrente sino a tu lado. Sobre todo si tiene cierta capacidad de mando. Blas de Lezo respeta y admira al soldado de a pie, al que no tiene nada que perder y se lanza a pecho descubierto al enemigo, pero odia al coronel pusilánime pero, sobre todo, al político que, sin idea de estrategia y de táctica, da órdenes que resultan en muertes absurdas.
La novela le pone voz a muchos de los personajes que se situaron allí, con una cierta dicotomía entre los buenos y los malos, pero también entre los memos y pagados de si mismos y los que son consecuentes y honestos. No hay demasiadas sombras en el personaje de Blas de Lezo, salvo su falta de diplomacia, ni demasiadas luces en el de Vernon, salvo el hecho de que, finalmente, supo admitir su derrota. Personajes por otro lado que aparecen en foto fija, en el momento de la batalla, que es la verdadera protagonista, sin fijarnos demasiado en su historia, ni en prácticamente nada del personaje que no sea su actuación como parte de la misma.
En resumen: es un libro entretenido, una novela de aventuras para todas las edades, correctamente escrita y que te va a gustar te interese o no la historia. Sí le echo de menos un mapita al principio o final del libro, que te ponga un poco en situación, pero habiendo internet, es algo que se puede resolver con facilidad.