2019-03-17 19:30
"Al que madruga, Dios le ayuda", dice el refrán. De hecho, yo madrugué bastante para tratar de conseguir este libro, porque tras la presentación por parte de
PJorge de este autor, lo he consumido casi todo de él, sea dentro de una serie o fuera, com el último,
Shades of Grey, en esos tiempos en que "no había nada que ver" en la tele y consumía más de 35 libros al año... Lo tenía adquirido en preventa, pero la salida se retrasó, y se retrasó... Y finalmente se canceló, por alguna razón que no alcanzo a entender. Pero lo encontré en el mostrador de los saldos (¿seis meses después de su salida?) en una librería de Londres y me lancé hacia él.
¿Decepcionado? No exactamente. jasper Fforde es un maestro en la construcción de mundos. No me extraña que tarde tanto en terminar las novelas, porque además se lanza a un mundo nuevo en cada una.
Shades of Grey, la importancia del color y la estratificación social según el mismo. En el mundo de esta novela los seres humanos hibernan, aunque por causa de un medicamento que trata de evitar el consumo excesivo de reservas durante la hibernación, algunos de ellos se convierten en zombies, en
sonámbulos. Pero esos sonámbulos son empleados por la misma compañía que crea el medicamento en tareas repetitivas. ¿Suena como un fraude masivo? Pues eso precisamente es lo que tiene que descubrir nuestro protagonista, un
cónsul del invierno (el invierno se acerca, y no veas como) aprendiz que de repente se ve promovido a agente y se encuentra con un pequeño o gran problema en el sector 12, donde, además, hay un sueño viral que acaba haciendo que la gente que lo tiene se suicide. Hasta que empieza a tenerlo él mismo.
Hay muchos elementos que recuerdan a sus otras novelas. Las novelas de Jasper Fforde suceden en una especie de multiverso con un punto Jumbar que las separa de las nuestras, pero con muchos elementos en común con el nuestro. En las novelas de
Thursday Next Gales es una república socialista, y el Reino no-tan-unido está en guerra con Rusia, con una batalla de Crimea que tuvo lugar en algún momento cercano en el pasado. En esta parece que son los otomanos los que están dando la lata, y Gales es un reino independiente con una reina que siempre se llama Gwendolyn. Así, Jasper Fforde va acumulando pequeños detalles que hacen del mundo un todo bastante coherente, evocador, y sobre todo aprovechable. También da ciertas pistas: ¿los humanos en esta novela tienen todo el cuerpo recubierto de pelo? ¿Han evolucionado desde otro Homo que no es nuestro Homo?
Con todo esto, ¿consigue una vez más enganchar al lector? A mi personalmente no es el que más me ha gustado. A veces se hace repetitivo, y la acumulación de escenas con diferentes personajes, muchas veces sin mucho avance de la trama, hace que parezca que quiere contar una cosa ingeniosa más en vez de apuntalar la trama por algún lado. Tiene ciertos toques mágicos que tienen su gracia, y sobre todo un humor negro de principio a final.
Quizás es que estoy demasido acostumbrado a que las novelas de Jaspef Fforde sean perfectas. Esta tiene ciertos aspectos redondos, pero algunas aristas en otros. ¿Será culpa del editor que lo obligó a sacarla mucho antes de que debiera? Será. En todo caso, una novela que merece la pena leer.