2019-04-18 12:59
Está bien después de tanta muerte y destrucción cambiar de tercio y apreciar la belleza de la matemática por vía de este libro, que añadí a mi
lista de deseos tras
escuchar una entrevista con el autor en uno de mis podcasts favoritos, Relatively Prime, y que
PJorge tuvo a bien regalarme por mi cumpleaños.
El libro cuenta la historia de la previamente conocida como conjetura de Fermat y actualmente llamado
teorema (último) de Fermat, que no existen soluciones enteras a la ecuación
a^n + b^n = c^n
para n >= 3.
Trescientos años de historia de la matemática fueron necesarios para resolverlos, incluyendo 10 años de la vida de
Andrew Wiles.
Es una historia fascinante, que entremezcla con los diferentes capítulos históricos la motivación de Wiles y la intrahistoria de las personas que fueron capaces de dar pasos para, poco a poco, resolverlo, las grandes tragedias y los pequeños triunfos. Y es una historia de la ciencia, de cómo siempre se hace aupándose en los hombros de gigantos, desde el propio Fermat (que era un cachondo y posiblemente no tuviera la solución al teorema, o tuviera una errónea), pasando por
Sophie Germain y más actualmente el malogrado Taniyama y Goro Shimura.
La historia de la matemática y de la ciencia en general es fascinante, aunque la matemática en sí es para muchos, incluyéndome a mi, una incógnita. Este libro te explica lo más sencillo, o al menos lo que puede tener una analogía o metáfora razonable, de forma amena, y deja conceptos más abstractos, como las formas modulares, para el lector interesado (y versado).
Entender las matemáticas es esencial para entender la historia y la ciencia en general. Puede que no te sirva para decidir quién es a quien vas a votar en las siguientes elecciones, pero ver cómo los números tienen una estructura y unos patrones determinados es como mirar el motor de un coche, pero con la naturaleza: quizás sigas sin entender demasiado cómo va todo, pero puedes apreciar, aún más, su belleza. Libro, por tanto, totalmente recomendable, y muy agradecido a PJorge por el regalo.