2019-08-19 12:25
El
nordic noir llega a todos los paises nórdicos, y no llega a los bálticos porque todavía no ha llegado. Es sorprendente que países como Islandia o Noruega, con una población relativamente pequeña y un crimen que no igualará al de un par de barrios periféricos de cualquier otra ciudad europea, sean líderes no sólo en creación de este tipo de novelas, sino también en traducción, con la obra completa de autores como Asa Sigurdadotir o Jo Nesbo disponible en un montón de idiomas diferentes, inclusive el nuestro.
No es el caso de Gunnar Staalesen: con su personage, Varg Veum, con un nombre que, como Erlendur, lleva una cierta carga simbólica, investiga la muerte de una mujer por encargo de la familia. Varg Veum es detective privado, en lo que se diferencia claramente de Erlendur, funcionario del estado, lo que tiene todas las ventajas e inconvenientes que ello conlleva.
El problema es que al final todas estas novelas se te acaban mezclando, sobre todo si te las has leído hace un mes, como es el caso. No dejo de confundirla con
Deadwind, una serie finlandesa que se desarrolla en barrios de nombre impronunciable, y con cuya premisa guarda cierta similitud.
El desarrollo es bien diferente: a base de indagar en el pasado, algo en lo que coincide también con las novelas de Indridason, va descubriendo sobre su ciudad natal, su propio origen, y la propia Noruega.
En resumen: no es de los mejores, pero está bien montado y el personaje, Varg Veum, está suficientemente atormentado y es lo suficientemente espabilado como para que se escriba una serie completa sobre él.