2020-03-02 20:06
Empujado por esa pulsión de comprar algo cuando uno está de viaje, me pillé este libro, en la edición de Penguin, en el mismo museo británico que contiene las 100 piezas de las que habla en el título. Porque el libro es exactamente lo que dice: una historia del mundo contada a través de la historia de 100 objetos de la colección del museo británico.
Que es un sitio donde hay que ir. Aunque haya que hacer unas colas de media hora o más, y te expongas a contagiarse de coronavirus y otros muchos virus milenarios albergados en una máscara polinesia o en una pieza de cerámica Ming. Incluso a comer allí, a pasar el día. Se come bastante bien, y tienen a veces platos relacionados con exhibiciones. Exhibiciones que, por cierto, es lo único por lo que hay que pagar, pero que generalmente, salvo que tenga uno mucho interés, te tienes que saltar primero porque se va a salir exhausto, segundo porque el museo británico tiene mucho que ver y aunque veas lo mismo una y otra vez no te vas a cansar de hacerlo.
Pero si vas documentado con algún libro como este, mucho más. El libro, como casi todos, tiene una agenda, que se revela claramente en el objeto número 27, dos esculturas tomadas del Partenón, parte de los denominados mármoles de Elgin. Que es cierto que cuando el tal Elgin se los trajo pretendía preservalos, porque aquello estaba hecho un desastre. Pero ya no es así, e igual deben volver a su lugar. Un poner. Pero la agenda del libro es esta: "¿Lo veis qué guay que todo tipo de objetos, de todos los continentes, civilizaciones, etapas históricas, estén juntitos? Estos mármoles al lado de una máscara olmeca. Hay que ver qué cosas más chulas hacían en todos lados, y sin internet para compartirlas, oye". Bueno, no creo que dijeran eso, porque son británicos y son muy serios, pero esa es la idea. Un recorrido histórico sin huecos ni geográficos ni temporales por la cultura del mundo. Que digo yo que podría incluir otros caballos que no fueran los del Partenón. Pero me estoy encasquillando.
Si bien como excusa para quedarse con lo expoliado no acaba de funcionar, el libro en sí está muy bien construido como libro de historia. Tomando un objeto como asidero, se habla del comercio, de las religiones, de las civilizaciones, de los grandes movimientos humanos, acabando por el objeto número 100, una lámpara con cargador solar. Que sí, que al parecer está en el museo británico, pero seguramente un lugar donde se llega rara vez porque cuando acabas has dado 20 vueltas a la segunda planta buscando la Ola de Hokusai (eso también cayó, pero en forma de calcetines).
En resumen, un libro muy interesante. Para que me acuerde casi dos meses después de lo que leí, tiene que serlo... Porque se me acumulan las reseñas. Pero con esta ya reduzco mi retraso a tres reseñas, que es mi retraso habitual.