2003-05-15 02:50
Software social es el nombre genérico que ha recibido todo tipo de programita o conjunto de programitas que sirve para que la gente haga cosas junta.
Dicho así, parece una parida, y sobre todo, abarca tantas cosas que prácticamente se puede decir que cualquier programa de ordenador tiene algo de social. Pero a lo mejor esa es la clave, y por eso, desde la
conferencia O'Reilly y la
charla que Clay Shirky dio en ella el tema se ha empezado a poner de moda, y hasta se ha creado una nueva bitácora,
Many to Many, dedicada explícitamente al tema (ya mencionada, de pasada, por
fernand0 recientemente).
¿De qué trata el software social? De crear programas, y sitios web que los usen, que faciliten la interacción entre personas alejadas físicamente o incluso temporalmente; esta interacción puede ser simplemente social, es decir, de cháchara y buen rollito, o laboral, con el objetivo de crear conjuntamente alguna obra que pase a la historia.
La prueba de que el software social está aquí desde el principio está en el mismo correo electrónico: herramienta socializadora por excelencia, y uno de los primeros servicios en funcionar en las primeras redes. Las listas de correo electrónico sirven como foros de discusión, como terapia de grupo, o para escribir relatos cortos de forma colaborativa; los primeros foros creados en BBS (boletines de noticias en ordenadores, a los que se accedía por módem) ya agrupaban a los usuarios por grupos de interés, y permitían llevar a cabo otras políticas "sociales", tales como echar a gente de un foro si daba por saco más de la cuenta.
Los clientes actuales de correo electrónico van hacia lo que se denomina "gestores personales de información", o PIMs: igual sirven para enviar y recibir correos electrónicos, que para organizarse uno mismo las tareas, que como calendario, que incluso como calendario colaborativo para ponerse de acuerdo sobre fechas. Nuevas herramientas como el
Chandler (del que hablé
aquí, y al que se ha referido también
Jordi Adell) tratan de potenciar la dimensión "social" del correo electrónico, convirtiéndolo en una herramienta de trabajo en grupo.
Y precisamente para trabajar en grupo se creó el
Wiki o WikiWiki, una herramienta en la web que permite a muchos usuarios, autorizados o no, modificar páginas web. Lo que añade el Wiki a este hecho es que crea relaciones automáticas entre diferentes páginas (llamadas nodos); es decir, al mencionar el título de una página se crea automáticamente un enlace a la misma, y, por otro lado, tiene control de versiones: cuando se modifica una página por cualquier usuario, se toma nota de las modificaciones y de quién las ha hecho. Es ideal para proyectos donde se tenga que crear un documento entre mucha gente, y de hecho, muchas páginas webs de grupos están diseñadas de esta forma.
En otros casos, hay herramientas web que están más enfocadas a la interacción social:
UpMyStreet permite crear grupos de personas que vivan geográficamente cerca, de forma que se pueden enviar mensajes a gente que esté cerca, o un poco más lejos; en su tiempo
Six Degrees, permitía crear redes de amiguetes, y enviar mensajes dentro de esa red.
El software social se solapa con el concepto de
comunidad, se puede decir que sirve para dar "cola" a esa comunidad, herramientas para crear, cohesionar, y que esa comunidad siga funcionando; cualquier software para bitácoras, por tanto, puede ser también software social, y en ellos se ve fácilmente esa creación de comunidades: los lectores de una bitácora y los que escriben en ella, que a su vez pueden escribir en sus propias bitácoras... el concepto de comunidad es bastante fluido, y uno, en un momento determinado, puede pertenecer a miles de comunidades.
Y ahí, quizás, está la clave del tema: el software social permite no sólo crear comunidades, sino identificarlas; eso puede interesar en muchos ámbitos: la publicidad, el activismo político; de hecho, la
BBC piensa crear un sitio denominado iCan que sirva para organizar y gestionar campañas políticas; una cosa de esas no nos vendría demasiado mal en este país.
Se llega a hablar del software social como de la siguiente "aplicación asesina", o bien simplemente
una bien dirigida campaña de marketing. Yo, por lo pronto, me conformo con seguir usando el email y esta bitácora para contar mis cosas y relacionarme con los amiguetes.