2003-05-16 15:16
Esto es un a modo de coda o epílogo de
la serie de artículos que exponen las ideas de
este que vamos a presentar en BlogTalk. El artículo ha provocado algunas discusiones, y también algunas propuestas para mejorar la blogosfera. Especialmente me llamó la atención
esta entrevista a José Luis Orihuela, que demuestra una vez más ser uno de los mejores conocedores del fenómeno.
Al hilo de esto, me gustaría comentar unas cuantas cosas de mi propia cosecha. Tanto hablar de centralidad hace pensar que la blogosfera tiene un centro; y esto es tanto verdadero como falso. Es verdadero, porque se puede demostrar, simplemente aplicando una definición; igual que un mogollón de números siempre tienen una media. Pero es falso porque nadie ha decidido ni ser el centro, ni nombrar a nadie el centro. La centralidad, como otra serie de características, son fenómenos emergentes, del tipo del que se hablaba
aquí,
aquí y
aquí. Estos fenómenos emergentes son los que realmente hacen funcionar la blogosfera, y no tanto iniciativas "centrales" o "de arriba a abajo" que traten de unirnos a todos en un esfuerzo; estas iniciativas son loables, por supuesto, pero efímeras; por mucho que consigamos oir hablar de cientos de otras bitácoras, seguiremos limitando nuestro horizonte diario a unas cuantas bitácoras, que es lo que tenemos tiempo a leer.
Por otro lado, el principal problema, si es que tiene alguno, de la blogosfera española (para
cualquier definición de blogosfera) es el tamaño.
Miren aquí la cantidad de blogalitas en español (también lo menciona
jrnegre en esta historia. Está justo por debajo de los que hablan en farsi, que ya nos vale. Muy por debajo de los portugueses o polacos, y, probablemente, de todos los demás paises europeos, en cuanto les dé por actualizar el listado de blogs, o identifiquen los "desconocidos".
¿Por qué importa el tamaño? Pues porque provoca fenómenos interesantes, tales como una verdadera ley de potencias (ahora mismo no se cumple), y la creación de verdaderos líderes de la blogosfera; también, por supuesto, la atención de otros medios de comunicación, y la "economía" tradicional; y de la cantidad, claro está, sale la calidad. No es que falte calidad ahora, pero no hemos llegado al máximo. Se puede llegar a un punto en que una blogosfera soporte a varias personas que se dediquen exclusivamente a eso.
Para soportar esta blogosfera hacen falta lectores; ahora a veces parece que hay tantos lectores como escritores, quizás unos pocos más. Pero todos los lectores de todos los blogs apenas arañarán un punto porcentual de la audiencia de medios como, no sé, el Adelantado de Segovia, y por tanto, este no se preocupa más del tema que lo que podría preocuparse por un canal IRC.
Pero también hacen falta más blogalitas. Ahora hay bitácoras muy fáciles de usar, pero hace falta que sean más fáciles, hasta el punto de ser transparentes. Algo como este
blogatex desde el que estoy escribiendo esta historia, para Windows, con un servidor detrás, y que permitiera publicar entradas de un diario, así, sin más, podría provocar esa explosión (aunque probablemente no de calidad).
Después seguramente me quejaré de que hay tanta gente que apenas se puede seguir, pero creo que pueden suceder fenómenos muy interesantes. Así que id haciendo como
Algernon: salid, evangelizad, dispersad el mensaje.
Y todo esto lo cuento cuando una cuarta parte de la blogosfera, los MBPs, acaban de desaparecer... o sea que no hay tiempo que perder. ¡Venga!