2003-05-29 18:41
Ya estamos totalmente de vuelta de todos los viajes, y sentado agustito en el ordenador de mi casa, sin temor a que
se me quemen las rodillas ni zonas adyacentes (y no tengo ningún aparato dental, a no ser que consideres como tal un empaste, ni vi ninguno por ahí). Voy a intentar resumir las notas que tomé a vuelapluma el último día en mi Moleskine (es que se cayó la red...).
Rebecca Blood estuvo muy correcta, a pesar de su imagen un tanto after/cyber punk. Analizó los blogs sobre todo desde el punto de vista de la función que pueden cumplir ciertos weblogs colectivos como vínculo entre comunidades; el problema que hay en la web es que, aunque uno esté equivocado, incluso muy equivocado, casi siempre puede encontrar a alguien que esté de acuerdo; por eso, en vez de servir para tender puentes, tiende a aislar cada vez más. También sirve para crear conexiones entre personas, pero, al haber cada vez más información sobre temas en particular, el acervo común es cada vez más pequeño: según uno se va concentrando en una serie de sitios, deja de lado otros sitios más generalistas, o incluso otros temas que lo pueden unir al resto de la comunidad (la tele, el periódico local, la radio (bueno, eso no, porque se puede escuchar, como yo estoy haciendo, al tiempo que blogueo)).
En la guerra se ponen de manifiesto la separación entre comunidades; mostró un par de sitios que pueden servir para unir comunidades que están enemistadas (pakistaníes/indios, israelíes/palestinos, irlandeses de ambas comunidades), pero, desgradaciadamente, creo que esas iniciativas, aunque loables, son unos cuantos bits entre muchos megabits de odio.
El formato de su charla, leerla, fue también un tanto polémico; a mí me parece correcto, pero me gusta más la gente que, como Phil Wolff o Damien Conway, son capaces de usar todos los recursos escénicos de las presentaciones, gráficos, gestos, voz... Por cierto, que perdimos
una gran photo-op con ella.
Lilia Efimova comentó que es conveniente usar todas las herramientas a nuestro alcance, sobre todo los RSS feeds, para mejorar la conversación; de hecho, todas esas herramientas dan la idea de la comunidad.
Copeland toca uno de los temas polémicos: aprovechamiento económico de los weblogs, sobre todo a través de una cantidad medible que el llama
hubness pero que corresponde al
betweenness; este tipo de medidas son un valor añadido que no siempre tienen el resto de los sitios web, y que se puede comercializar directamente.
Dan Gillmore habló del
We Media, los nuevos medios creados por una serie de gente, y los cambios que están trayendo al periodismo: un cierto complejo de inferioridad (mis lectores saben más que yo), tiempo real (se puede informar sobre un suceso mientras está sucediendo, como se vió en la conferencia)
También habló de la convivencia de los medios tradicionales, por ejemplo, nadie se va a poner a cubrir las sesiones del congreso en un weblog, ni va a investigar la corrupción de la compañía de residuos urbanos local; los weblogs aportan opinión, pero no siempre información (aunque a veces sí).
José Luis Orihuela cerró la sesión con sus
10 principios para un nuevo paradigma de los medios, con una vistosa presentación, estimulando a los (nuevos) periodistas
a beber mucha cerveza a hacer cerveza a espabilar y a aprender algo de los nuevos medios de información.